Introducción
Las alteraciones en la conducta son uno de los aspectos que más pueden desgastar al cuidador de una persona con deterioro neurocognitivo. No se presentan en todas las personas ni en todas las etapas de la enfermedad y obedecen a numerosas y variadas causas. La estrategia para su manejo no siempre da resultado. Para tratar de averiguar la causa, debemos adoptar el rol de investigador y tener pleno conocimiento de la historia vital de la persona afectada.
Lo que no nos sabe decir y lo que no puede entender
Generalmente, las alteraciones en la conducta obedecen a la incapacidad de la persona con deterioro cognitivo de comunicarse como alguien con facultades cognitivas intactas. Como un bebé que llora y su llanto es el lenguaje que usa para comunicarse, ya sea de incomodidad o de cambios en el ambiente, la persona afectada puede estar tratando de decir que tiene dolor, hambre o sed, que está cansado o con sueño, que tiene miedo, que no quiere estar aquí, que tiene frío o calor, que no quiere estar sólo… Todo bajo un potente eje multifactorial de distorsión:
· El dolor es constante y de varios orígenes
· La realidad no se percibe como es (alteración de la percepción)
· La desorientación temporal, espacial y personal es grave, con cambios permanentes que hacen que revivan diferentes momentos de su vida
· El sueño es de mala calidad, lo que disminuye su capacidad de atención
· Deterioro del lenguaje (comprensión)
· Deterioro sensorial
· Efectos de fármacos
¿Cómo se comunica la persona con deterioro?
A medida que la deterioro progresa, se apodera de la capacidad cognitiva del enfermo, las palabras, las expresiones cariñosas, los buenos modales y las emociones controladas pueden ser reemplazados por las siguientes formas de comunicación:
· Alteraciones de conducta verbales, como repetir la misma palabra o pregunta una y otra vez y gritar sin razón aparente o pasar la noche entera murmurando (como si sintieran dolor) o susurrando…
· Alteraciones de conducta físicas como agitarse, confundirse, caminar incesantemente, buscar objetos escarbando en un sitio y otro…
· Conductas agresivas que pueden poner en peligro el bienestar del cuidador y del enfermo
Reforzar tu atención como cuidador en diferentes áreas
1. Necesidades fisiológicas de la persona con deterioro: Empieza a observar atentamente a la persona que cuidas. Gestos como arrugar el ceño, muecas de dolor, frotar las manos y otras muestras de agitación pueden ser indicadores de que la persona está sintiendo dolor. Intenta que se mueva o cambie de postura y observa si los gestos desaparecen:
· Causas físicas como infecciones urinarias, dolor abdominal causado por un exceso de gas o por estreñimiento, dolor causado por fracturas, o por enfermedades como la artritis.
· Podría ser algo relacionado con un episodio de incontinencia (miedo y vergüenza).
· Evalúa los efectos ante cambio en pauta de medicamentos, uno nuevo, retirada o cambio de dosis (regularidad necesaria).
Si existe ya un problema de salud, como la artritis, evalúa la opción de administrar los analgésicos que sean parte de la pauta farmacológica. Monitorea el horario de ir al baño. ¿Cuándo fue la última vez que la persona orinó o hizo sus necesidades? ¿Insiste en caminar al baño? La urgencia y aumento de frecuencia de ir al baño podrían ser síntomas de una infección urinaria. Para ser tratados, se debe comunicar al profesional de salud.
REGISTRO// LO QUE DICE CON GESTOS Y CON LA FRECUENCIA RESPIRATORIA
2. Mantén las rutinas: Debes mantener la hora de las comidas, del aseo personal, de las caminatas y de cualquier otra actividad en la que aún se puede involucrar tu ser querido. La persona con deterioro puede agitarse con facilidad y dar muestras de ansiedad cuando hay cambios en su rutina. La persona con deterioro no tiene la capacidad de adaptarse al cambio fácilmente.
3. Refuerza y apoya las funciones cognitivas que todavía están presentes: Si tu ser querido usa lentes, mantenlos limpios para que no vea borroso y lo que perciba visualmente no le cause confusión. De igual manera, revisa que los audífonos tengan baterías y estén encendidos. Cuando hables con la persona con demencia:
· Mira a sus ojos
· Mantén distancia
· Habla más despacio y usa un lenguaje sencillo.
· Usa oraciones cortas y haz pausa en la conversación para que la información sea procesada.
· Mantén las áreas iluminadas para evitar que las sombras causen confusión y miedo.
· Si la persona ya no se reconoce a sí misma es posible que tengas que cubrir los espejos, pues quien se refleja allí puede percibirse como un extraño o un intruso en la casa y, por tanto, podría ser la causa del miedo.
· Control de estímulos que pueden alterar (televisión, cuadros, fotos, relojes, olores, ruidos…)
· ¿ME CONOCES? PÉRDIDA DE ROLES
4. Muchas personas con deterioro no pueden expresarse verbalmente, pero pueden leer y escribir. Algunas no pueden escribir pero pueden señalar lo que necesitan en un tablero con imágenes (IMÁGENES REALES), por ejemplo un vaso de agua, ir al baño... Un calendario o un reloj con números grandes y fáciles de leer pueden ayudar a orientar a la persona con demencia por algún tiempo (MUY LIMITADO). De igual forma usar letreros y dibujos que ilustren lugares. Por ejemplo, dibujos o gráficos en las puertas de las habitaciones o el cuarto de baño indicando el sitio, qué es o para qué se usa (LA RUTINA ES MÁS POTENTE)
5. Fomenta la independencia y permítele sentir que tiene el control: Permite que la persona continúe haciendo todo lo que es posible hacer por sí mismo. Divide las tareas en partes pequeñas. Por ejemplo, en lugar de decir, “es hora de que te asees para ir a dormir”, puedes alistar el cepillo de dientes, aplicar el dentífrico y decir, “es hora de cepillarte los dientes”. Cuando esa tarea termine, puedes entregar una pequeña toalla mojada y decir, “ahora puedes limpiarte la cara”. Algunas personas con demencia no pueden seguir estas instrucciones simples, pero retienen la habilidad de hacer las cosas por imitación. NO OLVIDEMOS NUNCA QUE SIGUE NECESITANDO INTIMIDAD, PROTECCIÓN…
Permitir que la persona con demencia retome el control puede ser tan simple como dejarle usar la ropa que escoja, así los colores no sean los que escogiste; dejarle comer el postre antes que la comida, o escoger la música que quiere escuchar o la revista que quiere ojear. Sentirse en control de algo puede evitar conductas disruptivas (SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO O VISITAS DE NO CONVIVIENTES)
6. Mantén un ambiente seguro para ti y el ser querido de tu familia: Por ningún motivo debes tener al alcance de la persona con deterioro objetos peligrosos. Recuerda que las funciones cognitivas desaparecen y una de ellas es poder entender la causa y efecto de las acciones. Asegurar estantes, cajones, ventanas y puertas para mantener un ambiente seguro, además de mantener fármacos y productos de limpieza y tóxicos fuera de su alcance (colores). La persona con demencia no debe tener acceso a enchufes, lámparas o fuentes de calor. Dada la tendencia de deambular que tienen las personas con demencia, es aconsejable retirar las alfombras y quitar objetos de los pisos.
Ten presente que confrontar, corregir, gritar y usar la fuerza física con el ser querido de la familia solo empeorará las conductas disruptivas. No es la persona la que se comporta mal, es el deterioro cognitivo.
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