Este mes desarrollamos una serie de actividades encaminadas a profundizar en la historia vital de cada persona reforzando la visión de todas las fases de su vida, de su gran experiencia pasada. Conocer a la persona nos hace valorarla, acercarnos a ella y desmontar la falsa percepción del mayor como una realidad estanca, en la fase más desfavorable de su vida, otro concepto que fortalece el edadismo. Cada persona es única e irrepetible
Mírame y dime que ves!!
Igual ves a un pobre viejo, con la mirada perdida e indiferente, que esquiva la comida y no te deja en paz cuando ves la televisión, que siempre pierde las cosas, que se resiste en el baño, con la ropa… y así cada día se hace agotador. Veo con tristeza como vosotros, mis hijos, discutís por mi hasta el punto de desear morir. Me acompaña una cara extraña, alguien que está en mi casa que “me cuida”, pero no me hace sentir como una persona, sin importar mis gustos, mis aficiones ni quien soy.
¡ABRE TU CORAZÓN Y TE DIRÉ QUIÉN SOY!
· Soy un niño de diez años, con padre, madre y hermanos que le quieren. Hablo con mi familia en la cena (escasa) después de una dura jornada en nuestro campo. Ya de niño trabajaba de sol a sol para ayudar a sacar adelante mi hogar.
· Soy un joven con ganas de emprender mi propia vida junto a la chica de la cual se ha enamorado.
· Soy un marido joven y estoy en plenitud, he jurado a mi amada que seré fiel a mis promesas y estaré junto a ella en todo y para todo.
· ¡Soy padre! Tengo un hijo ¡mi propio hijo!, que necesita de mí, de un hogar seguro donde crecer feliz.
· Ya soy un hombre maduro y mi hijo creció velozmente. Estamos muy unidos, por un sentimiento que deseo que perdure para siempre
· Tengo poco más de 50 y mi hijo, ahora es un adulto ¡se me va! Mi esposa está a mi lado para consolarme y no dejarme llorar
· Soy abuelo y mis nietos juegan a mi alrededor, otra vez mi mujer y yo disfrutamos del amor de los niños
· Pronto llegan los días oscuros y mi mujer fallece. Miro al futuro con temor y añoro el pasado recordando el amor que conocí… Ahora soy un hombre mayor y la naturaleza me trata con crueldad. Intento enfrentarme a la vejez y el cuerpo lentamente se desmorona, la fuerza y el vigor me abandonan. Donde antes existía un corazón, ahora hay una piedra... pero dentro de esta cáscara un hombre joven vive todavía. Pero debo aceptar el hecho de que nada dura para siempre.
¡Abran los ojos y miren!¡No al hombre mayor!¡Acérquense y me verán a MÍ!
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