En este artículo abordamos la problemática que genera la infección de orina en mayores, una patología de aparición recurrente y repentina que, en ocasiones, causa un cuadro confusional y conductual, motivo de alarma para sus cuidadores. También ex
ponemos el papel del centro de día en esta situación.
¿Qué es una infección de orina?
Son infecciones comunes que ocurren cuando entran bacterias a la uretra, generalmente de la piel o el recto, e infectan las vías urinarias. Pueden afectar a distintas partes de las vías urinarias, pero la infección de vejiga (cistitis) es el tipo más común.
¿Qué factores pueden favorecer la aparición de infecciones de orina en mayores?
La infección de orina es más frecuente en la población mayor debido a factores propios del proceso de envejecimiento:
Debilidad del sistema inmunitario, lo que propicia las personas mayores sean especialmente vulnerables a los microorganismos que provocan la infección urinaria.
Los músculos de la vejiga también sufren cambios que dificultan el vaciado eficiente de la misma, quedando orina residual que contribuye al crecimiento de estas bacterias.
Otro de los cambios anatómicos es la cercanía de la uretra a la vagina y ano junto a una higiene incorrecta.
En varones, la actividad bactericida de las secreciones prostáticas está disminuida.
Cierta actividad antibacteriana que presenta la orina pierde eficiencia.
Tras la menopausia, se dan cambios hormonales, en la flora bacteriana y de pH vaginal que favorecen la colonización por parte de bacterias patógenas
Deterioro físico, cognitivo y funcional.
Sondajes.
Tratamientos antibióticos previos.
Diabetes.
Hipertensión.
Evolución, tratamiento y prevención
Las infecciones de orina son tratadas con antibióticos. El primer paso es recoger una muestra de su orina, pero en ocasiones es bastante complicado, dado que una persona con demencia en fase avanzada quizá no entienda lo que se intenta hacer.
Es una patología incómoda, pero si se trata adecuadamente, cursa sin consecuencias ni síntomas demasiado perjudiciales para la salud.
Algunas recomendaciones para evitar las infecciones de orina
Mantener una buena hidratación, con cantidad suficiente de agua mediante ingestas frecuentes a lo largo del día.
Establecer hábitos miccionales, para que la persona no retenga la orina en la vejiga durante demasiado tiempo. En caso de incontinencia, se debe cambiar el pañal frecuentemente.
Evitar el estreñimiento, dado que puede impedir que la vejiga se vacíe correctamente, lo que puede provocar una infección de orina. Por eso, hay que fomentar la movilidad.
Mantener una buena higiene: lavar los genitales con agua. En caso de incontinencia fecal, se puede utilizar toallitas húmedas y esponjas desechables.
En caso de que la persona tenga una sonda vesical, hay que tener mucho cuidado con su manipulación. La bolsa debe estar siempre en un plano más bajo para evitar que la orina retorne. Hay que controlar la cantidad de orina, el color y el olor. Observar los cambios y comunicárselos al médico de cabecera.
Infección de orina y cuadro confusional en personas mayores
Cualquier infección en una persona de elevada edad puede producir cuadros confusionales agudos que pueden producir estados confusionales o deterioro neurológico agudo con alteración de conducta, generalmente reversibles tras tratamiento de la infección:
Confusión.
Agitación e intranquilidad.
Pérdida de la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria.
Dolor.
Cansancio.
Alucinaciones.
Empeoramiento de la incontinencia habitual.
Malestar general.
En ocasiones puede cursar con fiebre
La aparición de esta sintomatología de manera súbita en una persona mayor requiere la realización de una analítica de orina para confirmar una posible infección. Es una prueba rápida e indolora que puede realizarse en el propio domicilio.
El papel del centro de día en la infección de orina:
Prevención: El centro de día, dentro de su rutina, establece programas de hábitos de higiene, de hidratación y de movilización que favorece la no aparición de infecciones de orina. Además, el centro de día cuenta con personal capacitado para el seguimiento y vaciado de la sonda urinaria y la bolsa recolectora.
Detección: La experiencia y la formación sanitaria de los profesionales de los centros de día hacen posible una rápida detección de la infección, que suele ser confirmada en el propio centro por medio de tiras reactivas. Una vez realizada la analítica se informa a familia y se deriva al médico de familia.
Tratamiento: El centro de día colabora en la administración de medicación prescita por el facultativo hasta la remisión de la infección, observando la remisión de sintomatología
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